lunes, 9 de agosto de 2010

Génesis.

Habrá el día en que surjan y se junten todas las palabras, estallarán sordas, se esparcirán por partes en cada una de las gargantas, murmurarán entre todas una gran palabra, una sola y única palabra que contenga a todas, una palabra que signifique todas las cosas al mismo tiempo, que impere, pregunte y exclame todas las cosas que existen.

La palabra será tan extensa que aquel que la pronuncie completa y sin pausas, habrá de morir por falta de aire, aquel que la comprenda quedará demente, aquel que la ignore estará olvidando todo y a la vez será olvidado.

El creador comprende este problema, idealiza una palabra que pueda abrir paso a todas las palabras, pues la primer palabra que pronuncie repercutirá por todos los tiempos en todos los lugares, hará surgir la infinita cadena de explosión que será regida por ésta primer palabra.
Así el creador se despoja de sus labios durante nueve siglos para no pronunciar palabra alguna hasta que sepa cuál será esa primer palabra.
Pudo haber salido alguna pronunciación que no hubiera tenido la fuerza para crear todas las palabras,  el creador lo pensó y dudó durante nueve largos siglos, los siglos más silenciosos y poco significativos de todos los tiempos.
Después de todo el silencio levantó su dedo índice, apuntó y gritó BANG! y las palabras se hicieron.

2 comentarios:

vania dijo...

ya sé a que me recordaba este cuento, recuerdo que te dije que parecía que ya me lo habías contado pero no, me recordó a la ultima pregunta de Isaac Asimov! esta muy bueno, todos los de Génesis.

marco villavicencio dijo...

:O es cierto, no me acordaba lo mucho que se parecen a ese cuento de Asimov