martes, 29 de septiembre de 2009

Aplastamiento de las gotas (Julio Cortázar)

Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.

Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.

Como si te hubiera imaginado

A Vania

Te siento entre mis manos, te escucho, puedo oler tu cuello, imagino tus manos,imagino tus párpados mirándome, tus pupilas mirándome, tus pestañas, tus lunares y cada detalle, uno a uno, te imagino hasta tenerte frente a mí, y me sonríes, nos besamos.

Me sientes en tus brazos, me escuchas, me acaricias, imaginas mis labios, mi boca, me imaginas en partes hasta construirme, te sonrío, nos besamos.

Jugamos a imaginarnos uno frente al otro, sin saber que estás frente a mí, besándome y sonriéndome, como si te hubiera imaginado.

La hueva

En días como estos llega la hueva y se me trepa, sube lenta hasta mi espalda y me embarra su sedante baba, me lame el cuello, es pesada, me controla.

Hoy está lloviendo allá afuera, estaba tan inmóvil que se me subió, pude haber escrito dos novelas, pero ahora me ahorro las palabras, me ahorro el esfuerzo, el miedo de arrojarme a abismos, prefiero un pinche cuentito.

Con los párpados a la mitad, casi cerrados, casi abiertos, la hueva hace que todo pase más lento, podría esperar ansioso los segundos que faltan para que la manecilla complete su constante vuelta, puedo contar las gotas que se embarran en la ventana y se resbalan, y me hacen recordar la baba pegajosa que cargo. No solo el tiempo parece eterno, el espacio se hace infinito, todo se ve tan lejano, tan inalcanzable. Todo parece innecesario.

La ausencia es su mayor huella, cuántos monumentos no se han alzados en su honor, cuántos descubrimientos han pasado de largo para honrarla. No me interesa pensar en este momento, si al vecino o a cualquier persona se le ha subido la hueva alguna vez, me parece obsoleto pensar en las condiciones que propician este mal.

Le gusta Observar, le gusta no pensar demasiado, me odio a mí mismo por dejar que estas cosas me pasen, pero prefiero dejar pasar el enojo, prefiero dejar pasar cualquier cosa. Siempre llega silenciosa, somnolienta, despreocupada.

Me da tanta hueva seguir escribiendo, mejor iré a la cama.

domingo, 27 de septiembre de 2009

el evangelio según yo mismo....

Empiezo con la sentencia de saber que a fuerza existe algo, dado esto puedo comenzar con un poco menos de presión.

He buscado la religión que más se adecué a mí, pues pienso que esto de las religiones son como los zapatos ja, bueno masomenos,  pero algo me detiene, ¿será miedo acaso?, huyo del fanatismo, de la responsabilidad que implica ser religioso, seguir un hábito, hacer cada día tal lo mismo... y quizás estoy mal, pero eso creo por el momento. Me odiaría a mí mismo si llegara a culpar de mis errores a algún dios o alguna cosa por el estilo, con el tiempo mi religión me la he inventado, es muy abstracta, muy ecléctica, si me agrada algo de alguna religión lo agrego, no obligo a nadie a creer lo que yo pues cada quien se va con la religión que busca, así pues me he hecho de una religión que me queda. Soy muy escéptico, si llego a creer en algo, ese algo no debe dejar cabos sueltos, lagunas y demás dudas.

Respeto completamente todas las religiones, ya que creo que es una necesidad humana creer en algo, hasta los que no creen, creen que no hay nada. 

A veces la religión se convierte en una droga, pero no como Marx y los seudoizquierdistas la definen, sino que en verdad son adictos a su religión, son fanaticos, se enferman, matan, etc., por eso trato de mantenerme en el centro, de hecho me considero una persona centralista en muchos aspectos.

Estoy hasta cierto punto orgulloso de mis creencias pues además de que figuran una estructura medianamente ingeniosa y lógica soy yo mismo el que la ha fabricado, claro no invento nada nuevo, pero creo que he hecho algo bueno.

Es arriesgado creer que tu religión es la única, no solo eso, creer que si crees en otra cosa hará enojar a dios, porque entonces que culpa tienen los hindúes, los cubanos, los griegos, nosotros, etc., pues esto de creer en algo es totalmente arbitrario y circunstancial, bueno, eso creo.

A fin de cuentas cada quien puede creer en lo que quiera, pensando científicamente, las posibilidades de que alguien le "atine" a la religión correcta son, supongo, menores a ganarse la lotería, así pues disfruten su religión, dejemos creer a los demás en lo que quieran y no intentemos meter nuestra fe en las cabezas de los demás.

Creo que todas las religiones tienen algo de cierto, algo erroneo, algo increíble... un poco de todo, pues fueron creadas por el hombre a su imagen y semejanza.



martes, 15 de septiembre de 2009

Rubén (Luis Britto Garcia)

Traga Rubén no brinques Rubén sóplate Rubén no te orines en la cama Rubén no toques Rubén no llores Rubén estate quieto Rubén no saltes en la cama Rubén no saques la cabeza por la ventanilla Rubén no rompas el vaso Rubén, Rubén no le saques la lengua a la maestra Rubén no rayes las paredes Rubén di los buenos días Rubén deja el yoyo Rubén no juegues trompo Rubén no faltes al catecismo Rubén amárrate la trenza del zapato Rubén haz las tareas Rubén no rompas los juguetes Rubén reza Rubén no te metas el dedo en la nariz Rubén no juegues con la comida no te pases la vida jugando la vida Rubén.
Estudia Rubén no te jubiles Rubén no fumes Rubén no salgas con tus amigos Rubén no te pelees con tu hermana Rubén, Rubén no te montes en la parrilla de las motos Rubén estudia la química Rubén no trasnoches Rubén no corras Rubén no ensucies tantas camisetas Rubén saluda a tu tía Paulina Rubén no andes en patota Rubén no hables tanto, estudia la matemática Rubén no te metas con la muchacha del servicio Rubén no pongas tan alto el tocadisco Rubén no cantes serenatas Rubén no te pongas de delegado de curso Rubén no te comprometas Rubén no te vayas a dejar raspar Rubén no le respondas a tu padre Rubén, Rubén córtate el pelo, coge ejemplo Rubén.
Rubén no manifiestes, no cantes el Belachao Rubén, Rubén no protestes profesores, no dejes que te metan en la lista negra Rubén, Rubén quita esos afiches del cheguevara, no digas yankis go home Rubén, Rubén no repartas hojitas, no pintes los muros Rubén, no siembres la zozobra en las instituciones Rubén, Rubén no quemes caucho, no agites Rubén, Rubén no me agonices, no me mortifiques Rubén, Rubén modérate, Rubén compórtate, Rubén aquiétate, Rubén componte.
Rubén no corras Rubén no grites Rubén no brinques Rubén no saltes Rubén no pases frente a los guardias Rubén no enfrentes los policías Rubén no dejes que te disparen Rubén no saltes Rubén no grites Rubén no sangres Rubén no caigas.
No te mueras, Rubén.

Sueño 69 (Ana María Shua)

Despiértese, que es tarde, me grita desde la puerta un hombre extraño. Despiértese usted, que buena falta le hace, le contesto yo. Pero el muy obstinado me sigue soñando.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

The Beatles


Que no nos sorprenda algún día lejano envolver un disco del sargento pimienta para alguno de nuestros nietos, lo abrirán lo escucharán y sin duda alguna les gustará y seguirá la leyenda viviente, seguirá la roca rodando.  

Pero por qué los Beatles seguirán sonando, difícil pregunta, siguen sonando a sus 48 años con la misma intensidad con la que vibraba la caverna o la azotea de apple. Es difícil decir por qué, ya que se me ocurren muchas cosas, pero si he de apostarle a alguna, lo haría diciendo que el rock se sacó la lotería con los Beatles.

Los Beatles encontraron en sus filas a las únicas cuatro personas que hubieran podido ser los Beatles, así de sencillo, la suma de ellos es la genialidad musical más grande de todos los tiempos y fueron los Beatles los que hicieron grandes a Ringo, George, John y  Paul.

Supieron crecer y evolucionar, supieron gustarles a las jóvenes, a los intelectuales, a todos. Partieron de las cómodas tierras del pop para construir y alzar un mundo de rock, de innovación, de fusión, sicodelia, misticismo, revolución y paz. Nunca se vio a los Beatles en decadencia, hasta cuando se separaron lo hicieron en el momento perfecto y esa es la palabra que mejor los define: perfección.

 ¿Quién no ha escuchado alguna canción de los Beatles? Inglaterra debe estar tan orgullosa de sus muchachos liverpulianos, como cualquier país lo debe estar con sus héroes. Más grandes que Jesús, más grandes Elvis, que Dylan, que cualquier banda o ser humano que haya pisado la tierra o la luna.

¿Habrá alguna bocina que no haya vibrado una canción de los Beatles?

Cada canción de ellos guarda una historia, un recuerdo, un sabor, un lugar, una foto, una estación de tren, en cada ser humano, es lo más universal que existe.

Cuatro jóvenes tocaron en muchos bares en los sesentas y se convirtieron en los Beatles, que a su vez se convirtieron en la banda más grande del planeta, que se convirtieron en leyenda y son una inmensa bola de nieve, son todo, son lo más grande, son los Beatles.


lunes, 7 de septiembre de 2009

Naufragio - Ana María Shua

¡Arriad el foque!, ordena el capitán. ¡Arriad el foque!, repite el segundo. ¡Orzad a estribor!, grita el capitán. ¡Orzad a estribor!, repite el segundo. ¡Cuidado con el bauprés!, grita el capitán. ¡El bauprés!, repite el segundo. ¡Abatid el palo de mesana!, grita el capitán. ¡El palo de mesana!, repite el segundo. Entretanto, la tormenta arrecia y los marineros corremos de un lado a otro de la cubierta, desconcertados. Si no encontramos pronto un diccionario, nos vamos a pique sin remedio.

martes, 1 de septiembre de 2009

En el insomnio (Virgilio Piñera)

El hombre se acuesta temprano. No puede conciliar el sueño. Da vueltas, como es lógico, en la cama. Se enreda entre las sábanas. Enciende un cigarrillo. Lee un poco. Vuelve a apagar la luz. Pero no puede dormir. A las tres de la madrugada se levanta. Despierta al amigo de al lado y le confía que no puede dormir. Le pide consejo. El amigo le aconseja que haga un pequeño paseo a fin de cansarse un poco. Que en seguida tome una taza de tilo y que apague la luz. Hace todo esto pero no logra dormir. Se vuelve a levantar. Esta vez acude al médico. Como siempre sucede, el médico habla mucho pero el hombre no se duerme. A las seis de la mañana carga un revolver y se levanta la tapa de los sesos. El hombre está muerto pero no ha podido quedarse dormido. El insomnio es una cosa muy persistente.