martes, 7 de diciembre de 2010

de cuando tenía 23...

sin cara ni rostro ni manos
                          
                        sin palabras

sin el aire que silbe una vieja canción

sin un lunar que se esconda en el cuello

sin sangre ni baba

ni diablo

sin comisuras ni costras

sin huesos

sin ombligo sin sombras

sin viento en la espalda

ni sol en la herida

aún menos

una flor en las pupilas

diez sueños de cielos color vainilla

la piel de una mandarina que se abre

el jugo del sol sobre tus hombros

y tu boca pronunciando una palabra

que nunca nadie escuchó.