Renglones de la inexistencia (cuento?)

A veces creo que no existimos, que la miel no sabe a nada, que la luz es un invento.
Los cielos azules son falsos, lo sé, lo he leído en textos inéditos, textos que fueron borrados.
Hoy no me convence del todo si estoy realmente aquí.
¿Será que aquella luz tenue que parpadea sobre tus ojos es el verdadero sol?
¿Tus ojos son de verdad acaso?
He intentado despertarme y no he tenido éxito.
Me agarras de la mano, desvanecida, fallas; pero crees que agarras mi mano y crees que me estas viendo y creo yo también tenerte frente a mí.
Quisiera que me cayera un rayo, de esa manera se iría mi duda si todo esto es real, a menos que rayos falsos maten gente que nunca existió.
No sé a cuál dios rogarle, ni siquiera sé si sigue vivo.
Si estás leyendo esto quizá no existas.
Tomar un vaso de agua o pellizcarse no corrobora nada, al contrario, sumerge más la duda.
Este texto no busca una conclusión, no piensa argumentar la idea principal, no piensa ser coherente o tener un orden, mucho menos explicar, este texto ni siquiera existe.