Alguna vez escuché que Baudelaire comentaba que las fotografías sólo sirven para archivar el pasado y para atrofiar nuestras memorias, pero eso es lo que decía él.
Yo digo que tiene razón Baudelaire, jaja, lo que siempre he pensado es que uno guarda sus recuerdos, sus memorias como lo más preciado, por que cada uno guardamos el pasado no como exactamente fue, sino como uno lo vivió, entonces llega la desilusión, la caída en el abismo, el momento en que uno ve su pasado mutilado, distinto, crudo.
Pero esa no es quizá mi peor opinión ante las fotografías, por que lo peor es la máscara que adoptan las personas al ver una cámara frente a ellos, el falso reflejo humano, un mero rostro de papel.
Será por el miedo de no salir como uno quiere, de no agradar al mundo que está en posibilidad de ver tu foto. Siempre tratamos de esconder el odio en las fotos, por un instante abrazamos a alguien que en verdad no nos agrada, odiamos o solo sonreímos cuando hemos tenido un terrible día.
(Hay honrosas excepciones, que no hay por qué nombrarlas pues todos las conocemos y mejor quedará implícito esto).
Y es entonces cuando un bonche de fotos subidas al facebook se convierten en la falsa vida que uno cree tener, la falsa vida que los amigos creen que tienes, la falsa vida de la que solo tienes algunas fotos como prueba.
Todas esas cosas que tratamos de esconder y que terminan saliendo a flote, son las que nos acechan, pues a veces la verdad no es "tapable": ahora veo mis fotos y veo cuánto tiempo he desperdiciado, qué viejo estoy, qué gordo me puse, por qué no hice esto y bla bla bla...
Las fotos son un archivo, que nos recuerda que uno no se puede engañar a sí mismo, y lo sé, eso es lo terrible.
Fotografía- Jumbo
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