sábado, 13 de febrero de 2010

moscas

Hoy dejaron de caer las últimas moscas, cayeron lento, piedras. Hoy se escuchó el último zumbido.

Salían de todos los rincones, inmóviles estatuas de moscas. Vuelan, regresan y dan vueltas como tercos abogados, negras y gordas como la noche, aletean asquerosamente en espiral haciendo sonar el fétido sonido que evoca al dolor y a las heridas.

Vuelan moscas a las dos de la mañana, las paredes son negras, zumban.

Huelen, las moscas huelen, sus alas, sus ojos, su olor es más repugnante que su sonido.

Salen de los rincones nuevas moscas bebé a embarrarse de mierda mientras otras mueren, gordas.

Abrí al fin mi ventana y salieron, siguieron a la luna como si ésta fuera la gran mosca que aletea y se relame justo encima de nosotros.

2 comentarios:

Unknown dijo...

El final es muy bueno ^__^ .

marco villavicencio dijo...

gracias deivit, ya estaba añejándose ese texto, que he de agregar la leyenda: basado en una historia real (ja!) xD